Palmeras en la nieve

La petjada imborrable d’un amor, d’un país, d’una forma de vida, de la duresa laboral contraposada a la bona vida, d’unes històries viscudes amb la intensitat del tròpic, d’uns colors, d’unes olors… La força del passat ressorgeix poc a poc per a Clarence modulant la imatge del seu pare i del seu oncle, sacsejant-li la vida; però ressorgeix com un huracà que tot ho arrassa per a Kilian i Jacobo, obligant-los a enfrontar-se al seu passat, a recordar -i reconèixer- en veu alta, tant de dolor silenciat durant anys. Punts de vista contraposats de qui ho va viure en primera persona i qui intenta entendre-ho en tercera. L’escalfor de les palmeres que no pot fondre la neu, el sol que no pot il·luminar el cel gris i ventós. Passat i present. Calidesa i passió contraposada a temperança. Tot això i molt més és per a mi Palmeras en la nieve, la primera novel·la de Luz Gabás.

N’he llegit crítiques de tot tipus, comparteixo amb algunes que en algun moment el llibre pot fer-se un pèl pesat, però he de dir que a mi -i evidentment és un comentari totalment subjectiu- m’ha agradat molt el llibre i us el recomano a ulls clucs! M’ha enganxat de principi a fi, m’ha fascinat la tendresa d’alguns passatges, la duresa del que s’hi explica. M’ha atret l’estructura de la novel·la, que ens transporta del passat al present, de Fernando Poo a Pasolobino, de la finca Sampaka i la ciutat de Santa Isabel a Casa Rabaltué; m’ha atret com poc a poc ens va embolicant en la història i deixant-nos amb la intriga fins al final. Però sobretot, sobretot, el que més m’han fascinat són algunes descripcions d’aquell trosset d’illa -segurament perquè m’han recordat algun viatge meu a l’Àfrica-, el verd, aquell verd tan intens, tan ufà!:

«A medida que el barco se aproximaba a la isla, se iba vislumbrando una costa diseñada por pequeñas playas, calas y bahías que trazaban una voluptuosa línea ante la asombrosa vegetación, hasta la misma arena del mar de color turquesa, y que incluía toda la gradación de verde que Kilian pudiera imaginar, desde el pálido de las primeras hojas y las manzanas en verano hasta el oscuro y denso del bosque, pasando por el intenso y brillante de los pastos primaverales regados por la lluvia. Una extraña sensación de suavidad, frescura y tranquilidad, mezclada a partes iguales con la fuerza de la exuberancia, la plenitud y la fecundidad que emanaba de tanta vegetación se adueñó de él.»

Més enllà de la història d’amor, de les intrigues familiars, Luz Gabás ens aproxima a una realitat que, almenys a mi, m’era força desconeguda: la de tants i tants espanyols que van emigrar a Guinea Equatorial a treballar en moments durs aquí, i és per això, també, que, com diu Concha Fernández al bloc De lector a lector:

«Aún con estas “peguillas” que anoto, y que pienso que no son demasiadas para un texto bastante largo, de aproximadamente 700 páginas, recomiendo totalmente su lectura, ya que nos adentrará en unos hechos que forman parte de nuestra historia y que, seguramente, son desconocidos a la mayoría de nosotros, además de intentar aportarnos la forma de ver la historia desde diversos puntos de vista. Y todo esto de una forma amena, con una lectura ágil y sencilla, entretenida, que nos llenará de ganas de sumergirnos en sus páginas para saber más.»

Si en voleu llegir algunes pàgines, veure el book trailer, algunes imatges i altra informació, cliqueu en aquest enllaç que us durà a la pàgina fantàstica de Planeta de libros.

En fi, podria escriure línies i línies sobre totes les sensacions que m’ha despertat Palmeras en la nieve, però crec que el millor que puc escriure-us és que el llegiu!!! Això sí, per a no faltar a la meva «tradició», us en deixo aquí alguns passatges que m’han captivat, tot i el risc que corro, i en sóc conscient, d’estar fent un post massa llarg!

«Esta noche os amaréis con desesperación porque sabéis que va a ser la última noche que pasaréis juntos. Nunca más volveréis a veros.
Nunca.
No será posible.
Os acariciaréis y os besaréis tan intensamente como solo lo pueden hacer dos personas angustiadas, intentando impregnarse mediante el sabor y el tacto de la esencia del otro.»

«Esta noche sois una y mil gotas de tornado en cada embestida.»

«Tu saldrás a la noche y te fundirás con la tormenta, que en ningún momento querrá amainar.»

«Todo el verde del mundo que una vez invadió tu ser se irá convirtiendo en una leve mancha en el horizonte hasta que desaparezca.»

«(…) sus labios carnosos como las frambuesas de otoño.»

«Los tornados. La vida es como un tornado. Paz, furia y paz de nuevo.»

«- Tiene que ser impactante presenciar un volcán en acción -comentó Clarence ensimismada-. Me lo imagino como un derroche de pasión. Durante un tiempo permanece dormido, contenido, oculto ante el exterior… Sólo él sabe lo vivo que está por dentro…»

«Así desembocaba el río Eola en el mar: convirtiendo su muerte en pura belleza.»

«(…) la resignación, más cruel si cabe, pensó, mientras enjugaba sus lágrimas con un pañuelo, porque consigue que pases por la vida permitiendo que nada te afecte demasiado, evitando que nada se vuelva tan doloroso como para no poder resistirlo, y soportando con conformidad las situaciones adversas.»

«Pero para ella siempre sería la historia de unas personas cuya gran hazaña habría sido la de cambiar la inamovible y rígida narración de las incorpóreas páginas del libro de una centenaria casa de piedra, que ahora se enfrentaba a su futuro con la misma expectante y temblorosa determinación de una frágil mariposa.»

«Volveréis a estar juntos en un lugar sin tiempo, sin prisas, sin prohibiciones, lejos de la furia y cerca de la paz, donde sólo beberéis agua de lluvia.»

«las huellas de las personas que caminaron juntas nunca nunca se borran.»

Palmeras en la nieve, Luz Gabás, Temas de Hoy, 2012

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